La conciliación laboral frena el desarrollo profesional de las mujeres

La ineficacia de las medidas de conciliación laboral son, en gran parte, responsable de las diferencias salariales entre hombres y mujeres. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio de Emakunde que fija en 18.581 euros el salario medio de las mujeres frente a los 25.947 que alcanza el de los hombres.

La ineficacia de las medidas de conciliación laboral son, en gran parte, responsable de las diferencias salariales entre hombres y mujeres. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio de Emakunde que fija en 18.581 euros el salario medio de las mujeres frente a los 25.947 que alcanza el de los hombres. Este desfase se da incluso entre los trabajadores que han cursado estudios superiores, según se extrae del documento, que cruza datos del Eustat y del Instituto Nacional de Estadística (INE) con encuestas personales.

El informe, bajo el epígrafe de "El coste de la pérdida del talento femenino", fue dado a conocer ayer por la directora de Emakunde, Izaskun Moyúa, y es muy crítico con las medidas de conciliación laboral, especialmente con la jornada reducida. No sólo no está contribuyendo al desarrollo profesional de las mujeres, sino que lo está frenando, aseguró la directora de Emakunde.

Esta modalidad de contrato, planteada en principio como una forma de conciliación de la vida laboral y la privada, no sólo lleva aparejada una menor remuneración, como es evidente, sino que además limita considerablemente el desarrollo profesional de quiénes la eligen, según señaló Moyua, ya que, a la hora de acceder a ciertos puestos de responsabilidad, algunas empresas exigen una disponibilidad absoluta.

Hay seis veces más mujeres que hombres trabajando a tiempo parcial. Si esa reducción de jornada fuera solicitada en igual proporción por hombres y mujeres, no existiría un problema de género, según vino a decir la directora de Emakunde. Pero esto no es así, porque es la mujer la que sigue asumiendo las tareas de cuidado del hogar y los hijos, remató. En este sentido, Moyua pidió que hombres y mujeres compartan las tareas productivas y reproductivas. El informe revela que el 17,2% de las empleadas con jornada parcial ha accedido a una promoción, frente al 33,7% de las que tienen jornada completa.

El estudio establece el cuidado de los hijos como principal causa de que las mujeres asuman jornadas a tiempo parcial e (el 45,6 % de los casos). Esta renuncia a una parte de la carrera profesional se produce no sólo porque las mujeres quienes consideren que tienen que ser ellas las que asuman el cuidado de la familia, sino porque los hombres aportan el mayor ingreso al hogar, explicó ayer Moyua.

Cuando las mujeres abandonan su vida profesional por esta causa, añadió la responsable, se produce una brecha en la carrera profesional que en ocasiones resulta imposible salvar. El estudio estima en 7.263 millones de euros brutos al año lo que pierde el conjunto de las mujeres vascas por la falta de conciliación laboral.

La cifra se obtiene de sumar las diferencias entre la remuneración de hombres y mujeres con el mismo nivel formativo (2.091 millones de euros) y añadirla, a su vez, al dinero que ganarían aquellas mujeres que dejan de trabajar (total o parcialmente) porque no pueden compatibilizar su vida familiar con el trabajo o están paradas (5.171 millones de euros). Las diferencias salariales son más acusadas cuanto menor sea el grado de cualificación. Así, las trabajadoras con estudios primarios ganan 13.685 euros brutos anuales frente a los 22.595 euros que perciben los varones con su misma formación. Mientras, en el caso de empleados con educación superior los sueldos de mujeres y hombres son, respectivamente, 25.947 euros anuales frente a 30.843.

Existe lo que Moyua denominó una sobrerrepresentación de la mujer en los niveles salariales inferiores. Esto queda reflejado con claridad, en opinión de la responsable, en el hecho de que las trabajadoras copen el 85% de los puestos de trabajo a tiempo parcial, pero también en el hecho de que ellas sean las que disfrutan de una menor estabilidad laboral. Un 67,1% de las mujeres tienen contrato indefinido frente al 76% de los hombres.

Fonte: red feminista