Reflexiones sobre el último asesinato machista

Un salvadoreño y nacionalizado español ha asfixiado a su pareja en Castellón; mas tarde se entrego a la Policía en Madrid. Sobre el hombre pesaba una orden de alejamiento que impuso el juez tras una denuncia por malos tratos por parte de la mujer. En unos días se iba a celebrar el juicio por malos tratos. Hasta aquí los hechos. Ahora las reflexiones.

Ambos, asesino y victima, incumplían la orden de alejamiento. ¿Son eficaces las órdenes de alejamiento? Son demasiados los casos de asesinatos, palizas graves, etc. que suceden a pesar de la orden de alejamiento. La mujer denuncia malos tratos; el juez impone, así lo señala la ley, la orden de alejamiento. ¿Por qué no se cumple?

Al tratarse de una medida cautelar –otro caso seria si fuera impuesta en una sentencia, porque entonces se convertía en obligatoria para ambos, lo quisieran o no-, ambos pueden decidir reanudar la convivencia sin que la Justicia puede hacer prácticamente nada, a no ser que considere gravemente peligrosa para uno de ellos la reanudación de la convivencia, en cuyo caso podría establecer otras medidas, como la prisión provisional hasta el juicio. Por ello es sumamente importante que existan informes precisos y profesionales sobre los riesgos que pudiera correr la victima, bien por su vulnerabilidad, bien por la peligrosidad del denunciado.

¿Por qué la mujer reanudad la convivencia a pesar de la orden de alejamiento? Quizás porque la mujer no se percata del peligro que puede conllevar la reanudación de la convivencia. Quizás porque un hijo común –este era el caso- “ata” a la mujer y a la pareja. Quizás porque la mujer denuncia la existencia de los malos tratos pero cree seguir enamorada, piensa que su agresor ha cambiado de actitud o puede hacerlo. Quizás también –y esta razón es importante y sobre la que conviene que la Justicia y los servicios de atención a la victima reflexionen- porque la mujer no ha recibido el preceptivo tratamiento y asesoramiento, algo que la ley determina claramente. Quizás porque nadie acudió a la policía para señalar el incumplimiento de la orden de alejamiento –si la mujer le ha abierto las puertas del domicilio, ¿para que denunciar?-

Y se señalara el origen de asesino. No se puede criminalizar a los inmigrantes, en modo alguno. Pero tampoco se puede obviar que, además de una cultura machista, tal como nos sucede a nosotros-, han vivido en una sociedad mucho mas permisiva que la nuestra en el tema de la violencia sobre la mujer, y no comprenden las medidas y las denuncias que se presentan. Ello no justifica en absoluto el asesinato, pero puede ayudar a entender reacciones extremas como es la muerte. Y tampoco se puede olvidar que el apoyo social –positivo o negativo, es decir, de apoyo a la victima y de rechazo al agresor apenas existe en determinados entornos sociales y familiares.

Por desgracia, un asesinato más. Ojala sea un toque de atención para una mejor prevención por parte de los organismos que atienden a quienes denuncian – –no trato de culpabilizar, sino de advertir-. Y un toque de atención para que las mujeres que denuncian y que obtienen judicialmente una orden de alejamiento, acepten la medida y se atengan a ella: no suelen estar en condiciones psicológicas para tomar decisiones que pueden traer- como en este caso- consecuencias negativas. Y un toque de atención para toda la sociedad: las leyes están ahí, pero las leyes no son por si mismas suficientes para acabar con el problema, es la sociedad quien tiene que dar pasos mas firmes en su no rotundo y en voz alta a favor de la dignidad de la mujer, de su igualdad de todos los aspectos, en su libertad como persona.