Madrid, 15 feb. 11. AmecoPress. Personas expertas de varios sectores de nuestra sociadad analizan durante dos días en unas Jornadas celebradas en la Casa de América de Madrid, el fenómeno del Feminicidio, “una lacra mundial”, y especialmente ahondan en las propuestas y medidas necesarias para acabar con la impunidad de los asesinos, pues, como ha expresado en la conferencia inaugural, Rashida Manjoo, relatora de Naciones Unidas sobre la Violencia contra la Mujer, el Feminicidio “es la consecuencia final y más grave de un uso continuado de la discriminación y la violencia hacia mujeres y niñas”.
A la inauguración de las jornadas, tituladas ’Iberoamérica frente al feminicidio: el fin de la impunidad’, asistieron también Miguel Lorente, delegado del Gobierno contra la violencia de género, Juan Duarte, jefe de la Oficina de Derechos Humanos del ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Pilar Azcárate, vicerrectora de Cooperación de la Universidad Carlos III, Carlos de la Morena, director de Tribuna Iberoamericana, Casa de América y Fernando Mariño, director de las Jornadas.
Estas Jornadas quieren concitar una reflexión desde varios sectores de nuestra sociedad sobre la lucha jurídica y política internacional iniciada en Iberoamérica y sobre su trascendencia universal para el progreso del respeto a la dignidad de todas las mujeres.
Sentencia Campo Algodonero
En ese sentido, en el programa y en las distintas intervenciones existe un amplio espacio dedicado al análisis de la sentencia de la Corte Americana de Derechos Humanos en el caso de Campo Algodonero (Ciudad Juárez, México), que ha constituido un hito jurídico de gran relevancia en la acción internacional contra la impunidad de la violencia extrema contra las mujeres.
Precisamente esta noche han sido asesinadas en Juárez tres mujeres, una de ellas menor, según informó Miguel Lorente al comienzo de una intervención, en la que ha criticado la “falta de correspondencia” entre la “gravedad” del fenómeno y la “acción de respuesta” que se lleva a cabo.
Situación esturtural
“El Feminicidio no se quiere reconocer como tal, hay resistencias a asumir que es la situación estructural más grave que padece la sociedad”, ha dicho el Delegado del Gobierno, quien ha establecido una comparación entre las cifras de asesinatos por terrorismo, en el mundo y en España, y las de asesinatos por violencia machista, para destacar que la importancia que se le da al primer caso es mucho mayor a pesar de que las muertes son muchas menos: en el planeta se producen 600 asesinatos por terrorismo anuales y 5000 asesinatos por violencia machista; en España, la media anual de personas asesinadas por ETA es de 17 mientras que las mujeres que mueren al año por violencia de género supera las 68.
Lorente ha relacionado esta resistencia a reconocer y a responder con contundencia a este tipo de violencia, entre otras cosas, con el Posmachismo, que ha definido como una corriente que “defiende las referencias de la desigualdad” y que relaciona la violencia “con todo lo que es avance”.
Además, ha argumentado que la situación actual del Feminicidio “forma parte de un proceso evolutivo” y que “nunca va a ser homogéneo” sino que se va a expresar allí donde haya “transformaciones” que impliquen un mayor protagonismo y autonomía de las mujeres y donde exista “más impunidad”. La respuesta tiene que ser global, ha concluido.
Prevención y no impunidad
Todas las personas que han intervenido en la presentación de las jornadas, insistieron en la importancia de la “prevención” y en la necesidad de cambiar las estructuras jurídicas y sociales que generan la violencia hacia las mujeres, pues, el Feminicidio es, en última instancia, “la violencia extrema hacia las mujeres por el hecho de ser mujeres”.
Por su parte, Rashida Manjoo, ha señalado que el Feminicidio se da en una cultura machista donde la desigualdad extrema fomenta además la cultura de la impunidad y que “esta impunidad normaliza la violencia contra las mujeres”.
Entre sus propuestas, destaca el establecer marcos legales adecuados, dando importancia al reconocimiento legal de la categoría de ‘feminicidio’. Así mismo, es fundamental el acceso a la justicia por parte de las mujeres, mejorando la investigación y la protección, para lo cual ha apostado por la inclusión de un mecanismo de supervisión a las instituciones y funcionarios que garanticen la no impunidad.
La relatora ha propuesto también la creación de una Unidad del Feminicidio y la realización de estadísticas e informaciones con perspectiva de género que ayuden a desarrollar las labores de prevención y de lucha contra esta lacra social por parte de las instituciones y gobiernos.