Indignada, furiosa, enfadada y frustrada

Suscribo o que di Teresa Mollá Castells, tamén estou Indignada, furiosa, enfadada y frustrada
entre outras cousas, polo mesmo que ela relata e describe perfectamente; ademais nas proclamas e reivindicacións non acabo de ver en ningún momento o tema da laicicidade do estado, ou a representatividade do republicanismo, e, por suposto o sexismo imperante na linguaxe e nas formas, denota que aínda temos moito que camiñar e que loitar. (Guillermina)

06/06/2011
Teresa Mollá Castells
Así me siento desde hace, quizás, demasiado tiempo. Pero ahora el grado ha aumentado.

El movimiento DEMOCRACIA REAL YA! ha puesto sobre la mesa mucho temas pendientes como todo el mundo conoce y ha conseguido ilusionar a jóvenes y mayores haciéndolos salir de sus casas para acampar en las plazas de pueblos y ciudades.

Es, seguramente, el mayor movimiento ciudadano desde la movilización-polarización ante la entrada de España en la OTAN, o incluso desde la transición. La gente de la Academia de Historia, pero los que sabe hacer bien su oficio y tienen escrúpulos, serán quienes se encarguen de analizarlo, que no yo.
Comparto todos y cada uno de los puntos del manifiesto del movimiento, puesto que como ciudadana me afectan y me parecen adecuados. Pero las formas….Ay las formas!!
Un movimiento como el que se está produciendo no debe caer en repetir y por tanto reforzar un sistema androcéntrico que parte de la base de la desigualdad entre mujeres y hombres. Y lo está haciendo desde las formas hasta los contenidos.
Para comenzar: la utilización del genérico masculino como método para redactar el manifiesto pone en evidencia que el movimiento no es tan inclusivo como pretende serlo puesto que teniendo como se tienen expresiones neutras, no sexistas e incluyentes se hubiera avanzado de forma intencionada a desmantelar parte del elemento simbólico en el que se ubican los cambios propuestos. Esto no se ha hecho y por tanto de entrada no me puedo sentir integrada en un movimiento en el que no se me nombra, puesto que lo que no se nombra, no existe.
Para continuar: he leído y releído el manifiesto de este movimiento y he descubierto que no hay ni una sola línea que hable de la supresión de las desigualdades todavía existentes entre mujeres y hombres.
También he leído que cuando un grupo de mujeres feministas colgaron su pancarta en donde se podía leer “la revolución será feminista” algún joven indignado retiró la palabra “feminista” de la misma entre los aplausos de la asamblea. Y ahora las feministas ¿Cómo nos llamamos aparte de indignadas por los mismos motivos que el resto? ¿Rabiosas contra quienes nos niegan nuestra propia ideología y filosofía dentro de un movimiento que pretende un mayor grado de libertad y participación?, ¿De qué libertad?, ¿De la suya?, ¿Y la nuestra?, ¿Cuántos manifiestos se han leído o cuántos minutos de silencio se han guardado esta semana en que han muerto cinco mujeres a manos de terroristas machistas? ¿Quiénes recuperan la voz de estas mujeres asesinadas?
Si los indignados (que no nombran nunca a las indignadas) realmente quisieran cambiar todo lo que pretenden cambiar, incorporarían a sus propuestas la perspectiva de género que pretende eliminar, también, las desigualdades derivadas de un sistema androcéntrico y patriarcal que sigue imponiendo roles en función del sexo con el que has nacido y, sin negar que ha habido muchos avances, tampoco voy a negar la existencia de este sistema entre quienes están en la acampada.
El movimiento feminista ha librado la mayor revolución de la historia sobre todo en el último siglo. Y ha sido incruenta y silenciosa, pero ahí están los logros arrancados al patriarcado. Pocas, muy pocas veces las mujeres hemos contado con la complicidad del sistema para que una igualdad real sea precisamente así, REAL.
Y ahora, alguna gente vinculada a las acampadas se permiten con sus chistes, tocamientos, etc no cuestionar que ese tipo de actitudes hacen pervivir el sistema que cosifica a las mujeres. Es como dicen las compañeras de la comisión de feminismos de Sol “Esto es algo que no es un hecho exclusivo de la Puerta del Sol, sino que es un reflejo de la sociedad en que vivimos” y más adelante añaden en su comunicado sobre la noticia anterior que : “Queremos denunciar públicamente la instrumentalización de este hecho por parte de los medios y de las personas contrarias al movimiento 15M. Recordamos que pertenecemos a la Acampada Sol y al Movimiento 15 M desde el primer momento y que permaneceremos hasta el final. Agradecemos las muestras de solidaridad mostradas.”
Muy bien compañeras, pero en el momento en que se repiten patrones de este tipo en una movilización que pretende igualar y romper moldes de todo tipo, al menos para mi, deja de tener sentido y de la indignación paso a la rabia y a la frustración, puesto que una democracia sin IGUALDAD REAL, que incluye respeto y dignidad a las mujeres nunca puede ser completa ni mucho menos real, puesto que una DEMOCRACIA REAL debe incluirnos de forma real a todas las personas que conformamos esta sociedad, mujeres, hombres, niñas, personas con discapacidades de todo tipo, personas mayores, personas inmigradas con o sin papeles, y así un largo etc…
Pero además cuando se habla de que no es un movimiento que pretenda convertirse en partido político, yo hago una apuesta: Veremos cuántos de los actuales líderes y/o lideresas de este movimiento pretendidamente no político están en los sillones de la dirección de los grandes partidos o de los grandes centros de poder dentro de unos años y el grado de frustración que esto generará, de nuevo, entre quienes hacemos de la lucha algo cotidiano silencioso, pero imparable.
Yo también pretendo una DEMOCRACIA REAL YA, pero inclusiva, no androcéntrica, no machista, y por una igualdad de derechos y de oportunidades entre mujeres y hombres también REAL.

15MTeresa Mollá Castellsfeminismo