UNAF denunció que el Síndrome de Alienación Parental es una “farsa” que está siendo utilizada por algunos padres para conseguir la custodia de sus hijos e hijas en procesos de separación o divorcio, que está generando situaciones de riesgo para los niños y niñas, y está provocando una “involución” en los derechos humanos de los y las menores y de sus madres.
La Universidad de Santiago iba a celebrar un curso en Lugo en torno a este “síndrome”, por lo cual diversas asociaciones recogieron firmas, apoyando la iniciativa de la Asociación Enriqueta Otero en contra de que se utilizara la universidad pública para la difusión de estos “falsos” síntomas “no reconocidos por la comunidad científica y que se sustentan en una ideología machista, pedófila y sexista”.
Entre las organizaciones que desenmascaran el “síndrome fraudulento” están la Asociación Americana de Psicología o la de Psiquiatría, que añaden que términos tales como alienación parental “pueden ser usados para culpar a las mujeres de los miedos o angustias razonables de los niños y niñas hacia un padre violento”. Este “inexistente” síndrome – según UNAF, la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas (FAMSD), la Red de Madres Damnificadas por el Pretendido Síndrome de Alienación Parental, la Asociación Universitaria contra la Violencia Machista (AUVIM), la Asociación Crecer sin Violencia, la Asociación Consuelo Berges, la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Ourense y la Federación de Mujeres Progresistas (FMP) – fue propuesto por un médico estadounidense, Richard Gadner, en 1985.
Dicho síndrome consistía, según Gadner, en un desorden según el cual el niño o niña, de forma permanente, denigra e insulta sin justificación a uno de sus progenitores – en la práctica, el padre -, supuestamente motivado por el otro – la madre -.
El profesor Richard Gadner es conocido también por sus argumentos a favor de la pederastia, como la frase en la que señala que “la pedofilia puede mejorar la supervivencia humana sirviendo a propósitos procreativos”.
El Síndrome de Alienación Parental no ha sido reconocido por ninguna asociación profesional ni científica, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que no existe evidencia científica que lo avale. Sin embargo, la “popularidad” e invocación que de este denominado síndrome se está realizando en los últimos tiempos, y las consecuencias que tiene en los procesos de separación o divorcio, lo han convertido en un “peligroso fraude pseudo-científico, que está generando situaciones de riesgo para los niños y niñas, y está provocando una involución en los derechos humanos de los y las menores y de sus madres”, según denuncian las asociaciones.
No es la primera vez que ha sido necesaria la oposición y protesta de colectivos y personas expertas para detener el desarrollo de cursos, seminarios y conferencias relacionadas con el SAP bajo el amparo de instituciones públicas o subvencionadas con fondos públicos de programas destinados a la defensa de la igualdad y los derechos de las mujeres.
Fotos archivo AmecoPress