El pasado 8 de septiembre se celebró el Día Internacional de la Alfabetización. Muchas organizaciones recordaron que millones de mujeres y niñas quedan excluidas de su derecho a la educación. Pero esta realidad no se circunscribe a los llamados países en vías de desarrollo: el setenta por ciento de las personas analfabetas que viven en España son mujeres. También aquí el analfabetismo tiene nombre de mujer.
España cuenta con 271.300 analfabetos y 571.600 analfabetas. Así lo indica la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2011. La mayoría de estas mujeres, 358.000, tienen más de 70 años, la franja de edad en la que también el analfabetismo se hace más presente entre los hombres (127.600).
A pesar de este marcado sesgo de género, tenemos que destacar que la cifra global de personas incapaces de leer y escribir ha disminuido respecto al año anterior, en el que eran 868.000, y el descenso es significativo especialmente en la franja de edad de los 20 a 24 años, de 35 a 39 y de 60 a 69.
En la actualidad, según el Informe de seguimiento 2011 de la UNESCO “Educación para todos y todas”, hay unos 796 millones de personas adultas que no saben leer ni escribir, de los cuales el 66’6 por ciento son mujeres; y hay 67 millones de menores sin escolarizar, el 54 por ciento, niñas.
Si no se realizan progresos y la tendencia mundial persiste, se estima que para el 2015 el número de personas adultas analfabetas se cifrará en unos 710 millones y habrá todavía 56 millones de niños y niñas que no podrán ir a la escuela.
La alfabetización es un paso necesario para que mujeres y hombres puedan alcanzar calidad de vida y dignidad, es, además, un factor de primer orden para el desarrollo humano y social, recogido en reiterados compromisos internacionales.
Fotos archivo AmecoPress