En el mes de mayo de 1908 un grupo de mujeres socialistas norteamericanas celebró en un teatro de Chicago un acto denominado Día de la Mujer. En febrero del año siguiente, en New York, las mujeres del Partido Socialista de los Estados Unidos conmemoraron el Día Nacional de la Mujer Trabajadora, que pretendía ser un homenaje a las trabajadores textiles que el año anterior habían protagonizado una huelga contra las duras condiciones laborales que sufrían, además de reclamar una mejora salarial y el derecho al voto. Al parecer, siguieron celebrándolo hasta 1913.
En 1910, la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, la organización que reunía a las mujeres de la Segunda Internacional, y que había sido creada en 1907, decidió a propuesta de Clara Zetkin aprobar por unanimidad que el día 8 de marzo sería el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Esta segunda Conferencia, que se celebró en Copenhague, pretendía luchar por la igualdad de los derechos de la mujer y muy especialmente por el reconocimiento del derecho al voto. En el seno del socialismo se estaban superando las tensiones sobre el papel de las mujeres en las reivindicaciones sociales, sindicales y políticas, todo gracias al tesón de infatigables luchadoras como la propia Clara Zetkin, o Rosa Luxemburgo, entre otras muchas, sin olvidar la aportación de algunos destacados socialistas como August Bebel.
La primera celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora tuvo lugar al año siguiente, en 1911, aunque el día 11 de marzo en diversos países del centro de Europa con mítines en los que se exigieron el derecho al voto, el acceso de las mujeres a los cargos públicos, a la formación profesional y el fin de la discriminación laboral. A los pocos días de esta celebración, el 25 de marzo, tuvo lugar un terrible hecho en New York en una fábrica de camisas. Un incendio en la Triangle Shirtwaist provocó la muerte de más de 140 trabajadoras, muchas de ellas inmigrantes. El impacto del hecho fue tal que ocasionó cambios legislativos laborales en Estados Unidos y que su memoria fuera recordada en las posteriores celebraciones del Día de la Mujer Trabajadora.
En vísperas de la Gran Guerra la celebración se fue extendiendo por el mundo. Las mujeres rusas lo celebraron el último día de febrero en el año 1913. Al año siguiente las celebraciones se oficializaron el día 8 de marzo en Alemania, Suecia y la propia Rusia.
El Día se convirtió en fiesta oficial en la Rusia soviética aunque sería laborable, gracias a los esfuerzos de la comisaria Alexandra Kollontai. Debemos recordar el protagonismo de las mujeres en los inicios de la Revolución de Febrero cuando se declararon en huelga ante una situación terrible de hambre, de miseria y hartas de una guerra que había provocado millones de muertos.
En China se comenzó a celebrar en 1922. En nuestro país la primera celebración tuvo lugar en el año 1936.
La ONU declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer en 1975. Dos años después se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional. En Estados Unidos se celebra oficialmente desde 1994, a pesar de que en aquel país se encuentran los orígenes de esta conmemoración.